Maldiciones de película, cuando el terror del cine se hace realidad
Películas de culto hay muchas, pero que hayan
sobrevivido al paso del tiempo con el adjetivo de "malditas" sólo unas
pocas. Mitos y leyendas negras acechan algunos filmes que,
inexplicablemente, han volcado su guión repleto de muertes extrañas y
sobrenaturales sobre sus propios protagonistas o equipo técnico.
Descubre qué cintas han sido más peligrosas en la realidad que en la
ficción.

Pero la noticia más reciente en Hollywood de un caso parecido ha sido la detención de Cameron Douglas, hijo de Michael Douglas. Éste protagonizó hace unos años la afamada "Traffic",
donde daba vida a un juez antidroga que no podía controlar las
adicciones de su hija. Cameron fue arrestado la semana pasada mientras
estaba en posesión de importantes cantidades de metanfetamina,
conocida comunmente como cristal, con intención de traficar con ella.
Bueno, el chico siempre puede echarle la culpa a su padre.

Además, otro avión que iban a utilizar para una escena de la
película, se estrelló el día de antes contra un coche en el que,
casualmente, viajaban la mujer e hijos del piloto. El IRA atentó
en una estación de metro situada al lado del hotel que frecuentaba el
equipo de la película. Y como colofón, un técnico de efectos especiales
tuvo un accidente de coche con su novia y esta murió decapitada. En el
punto mismo donde tuvieron el accidente el técnico vio un cartel que
rezada: "Ommen 66,6 km.". El nombre de "La Profecía" en inglés es "The Omen". El propio director, Richard Donner, aseguro que toda la grabación de la película estuvo repleta de hechos
inexplicables.

"El exorcista" tiene una de las historias más inquietantes del
cine de terror. Numerosos incidentes extraños se sucedieron durante el
rodaje de la película, hasta tal punto que un sacerdote bendecía a los
actores y al equipo técnico al comienzo de cada jornada. Aún así, se
incendió el estudio de grabación y hubo que parar el rodaje varias
semanas, murieron hasta nueve personas del equipo en circunstancias no
esclarecidas, incluso un actor murió después de rodar su propia muerte,
desaparecieron metros de película ya filmada, familiares de los
protagonistas de la película fallecieron o sufrieron fuertes accidentes.
El clima de pánico y psicosis era total entre el equipo. Incluso
el productor de la cinta aseguró que era como si alguna fuerza maligna
acechara la película.
Una vez estrenada, los casos de posesión maléfica se multiplicaron
por todo el mundo. Los espectadores vomitaban en el cine al presenciar a
la niña Linda Blair, cuya carrera acabó con la saga, dando
vueltas a su cabeza como una peonza, incluso algún espectador sufrió
ataques de epilepsia durante el visionado de la película.
"La semilla del diablo", estrenada en 1968, causó una gran
conmoción en la sociedad de la época al representar la historia de una
mujer embarazada del hijo del diablo. El director, Roman Polanski, sin saberlo, estaba llevando la tragedia desde el guión a su vida peronal. La película enfureció a las sectas satánicas,
ya que revelaba secretos de sus rituales y el director fue
personalmente amenazado. Un año después del estreno, Polanski regresó de
un viaje y se encontró a a su mujer, Sharon Tate, que estaba embarazada de ocho meses, y a un grupo de cuatro amigos muertos en su casa. El psicópara Charles Manson y seguidores de su secta se habían colado en casa de los Polanski y habían hecho pagar al director con sangre.
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